sábado, 5 de diciembre de 2009

La historia

La pared derecha estaba tapizada con un marfil, en la pared habian ventanas, casi alcazaban el techo, al fondo habia una chimenea de piedras, habian unos cuadros de claveles. Al frente de las ventanas que cubrian la pared derecha, estaba un mueble largo, era de un color marron, le daba un toque de calides a la casa. En el centro una alfombra cubria el piso.
-Porfin llegaste, querida-Resono una voz chillona en la habitacion. Se acerco una anciana la piel tenia un aspecto marchito tenia mas de miles arrugas, sus labios tenian un sinfin de arrugas; Me agarro la mano.
-Querida, pesabamos que no llegabas-Otra voz masculina se oyo al final de aquella habitacion. El anciano tenia aun mas arrugas que la anciana que me agarraba la mano. Debian de tener unos 110 años o hasta mas.
-Señora Adeline-Benjamin se inclino-, Señor Adrien. Les he traido a su nieta. Sus padres quieren que la prepare.
-Okay, hijo. ¿Tienes hambre, querida?-Me pregunto mi abuela, yo negue y ella desaparecio y despues de ella desaparecio mi abuelo.
-Señorita, ¿Prefiere quedarce aca o que le muestre el lugar?
-Porfavor-Me tendio la mano y yo le di la mia.
-Despues de usted.
Salimos de la casa y caminamos cada rincor de aquel lugar tan verde. No sabia donde estabamos, asi que le pregunte.
-¿Donde estamos? 
-En Forks, Washington.
-Hmm... Porfavor no uses ese tono conmigo.
-¿Cual tono, señorita?
-Ese. El de señorita, usted. Por Dios no soy tan vieja para que me digas usted. Prefiero que me llames Sue. Tuteame.
-Okay, señ... -Lo mire con reproche-, Sue-Rodo los ojos
-¿A los vampiros no le afecta el sol?
-Si
-¿Y no se supone que te debes quemar, o algo asi?
-Si, pero si bebes de la sangre de la realesa no te quemas, por asi decirlo.
-¿Y... a ti te convirtieron mis padres?
-No-sonrio-, es una historia muy larga.
-Cuentamela.
-Ahora no, esta oscureciendo.
-Cuentamela, es una orden-Nece como pude decir eso, obligar a alguian a decirme algo que no queria.
-Esta bien, bueno, ¿Por donde empesar?-Se aclaro la garganta-, fue una noche, habia luna llena. Estaba con mi amigo haciendonos los valientes frente a unas chicas, hibamos a entrar en la casa "proibida", decian que hay habitaba un vampiro. Pero obviamente mi amigo y yo no creimos en esos "cuentos chinos". Haci que decidimos entrar, pero mi amigo, se adentraba mas y mas a la casa, hasta que vi una sombra, le grite: ¡Calvin cuidado!-El miraba por encima de mi hombro, como si algo se encontrase detras mio.
«Yo corri a mi casa, en ese momento no se encontraba mi madre ni mi hermana. Cerre la puerta con seguro, las ventanas... Todo absolutamente todo. Tenia miedo, no sabia que era esa cosa y habia tomado a mi amigo. Me sentia tan culpable de haberlo dejado hay. Llame a mi madre pero caia la contestadora. Llame a la casa de mi amigo pero el no estaba alla. En ese momento vi que paso una sombra por debajo de la puerta. Se me puso la piel de gallina. Luego una mano llena de sangre toco mi puerta, yo eche un vistazo para ver quien era y era Calvin, habia regresado.
«Lo deje pasar y me fije que sus ojos cambiaron de color, eran un negro, eran completamente oscuros. Tenia una gruesa tela alrrededor del cuello. Se la quite y tenia una herida profunda, pronto morira, fue lo unico que pude pensar. Le empece a limpiar la sangre, pero era en vano. Cuando voltee con la camisa mojada el ya no estaba donde lo habia dejado, voltee a buscarlo pero me lleve la sorpresa de que el estaba atras mio. Miraba mi garganta. Me dijo: Lo siento tanto Benjamin, pero debo hacerlo. No aguanto mas. Cuando le hiba preguntar que sucedia el se abalanzo a mi. Me mordio el cuello. Dolio, sentia los colmillos como desgarraba mi piel y subcionaban la sangre. Algo no pudo ser mas doloroso que eso.
«Cuando desperte estaba tan confundido, pero en ese momento las imagenes me atacaron, cuando fuimos a la casa proibida, cuando llame a mi mama, cuando le vi la desgarradora herida a Calvin y por ultimo cuando Calvin me mordio. Mi mama ya habia llegado de su pequeño viaje, me dijo que fuera a comer, yo me sentia tan debil que no pude pararme mi madre vino a mi ayuda y me dijo que estaba helado, que necesita descansar, pero el olor a sangre me llamaba. No podia dejar de mirar su garganta. Mi hermanita no dejaba de molestarme con chistes tontos. Queria desgarrarle la garganta y subcionar hasta la ultima gota de sangre, pero no podia pensar en desgarrar y beber sangre de mi familia.
«Decidi salir en contra la voluntad de mi madre. Fui hacia el parque que quedaba a unas cuadras de la casa. Me sente en una banca y espere, pero noce que esperaba. Cuatro manos me agarraron dos por cada lado. Ellos me dijieron que debia beber sangre humana para que me mantubiera fuerte. Pero eso iba contra mi voluntad. Ellos decidieron llevarme a casa de mi padre. A la cual no entraba hace años, desde que mi mama y mi papa se habian separado. Ellos me obligaron a matar a mi papa, pero por mas que lo odiara. Yo no prodria hacerle esto a nadie. Pero ellos en fin de cuenta mataron a mi padre. Yo no podia ver, no podia ver morir a mi padre.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Un sueño hecho realidad

Abrí los ojos y me di cuenta que no estaba en mi habitación. Me levante rápido y luego, caí en cuenta que estaba con mis padres. Sonreí.
Me acosté de nuevo y empecé a recorrer la habitación con la vista.
A mi derecha había una ventana del tamaño de la pared, la pared de la cara oeste estaba totalmente cubierta por una sucesión de estantes repletos de libros. También había un acogedor sofá de cuero. Y una gruesa alfombra de tonos dorados cubría el suelo y las paredes estaban tapizadas por una tela de un tono de color beige.
-¿Te gusta?-Me pregunto una voz femenina que inmediato la identifique.
Voltee y era mi madre, ella estaba recalcada en el marco de la puerta, le sonreí y luego, de esto asentí. Respondiendo a su pregunta.
-¿Cómo amaneciste, hija mía?-Esta última frase hiso que sonriera. Siempre había soñado que me digiera así “Hija mía”.
-Bien.
-¿Tienes hambre?-Ahora que lo decía, tenía un día sin comer nada, “Claro que tengo hambre”.
-Sí.
-Okay. Bueno, te voy a preparar algo y le digo a Benjamín que te suba la comida, pero mientras tanto vete bañando que tienes que irte para que tus abuelos.
-Pero… ¿Por qué? Si solo tengo un día con ustedes, no los conocía y ahora que los conozco me quieren mandar para que mis abuelos.
-No es así como lo pintas, Sue. Solo tienes que aprender a defenderte, no soportaría si tu primo te hiciera algo, mi niña-Me abrazo, se sentía tan bien. Ella y yo abrazándonos. ¿Quién se hubiera imaginado que iba a conocer a mis padres?-, te quiero, vida mía.
-Yo también, mama-¿Mama? Eso nunca lo había pronunciado y me salía tan bien.
-Okay te voy a decir dónde está el baño-Señalo la puerta que estaba al frente de mi-, hay esta el baño. Y el armario esta allá-Señalo la puerta que está al lado de la puerta del baño. Solo que los separa una mesita de madera con un libro arriba de esta.
Mi madre salió de la habitación, pero sin antes darme un beso en la frente. Yo me pare de aquella cama que me llamaba diciendo: “Acuéstate, acuéstate” Camine hacia el baño, abrí la puerta.
El baño era grande y espacioso. Tenía velas alrededor de la bañera. Había un espejo enorme que cubría gran parte de la mitad de la pared que estaba al norte. Al lado de la bañera estaba una mesita con cremas y perfumes.
Puse a llenar la bañera, que esta instantáneamente se lleno. Me quite la ropa y luego, me metí en la bañera. Estaba fría el agua. Yo jugaba con las burbujas. Me Salí, ya mis dedos se estaban poniendo arrugados. Enrolle mi puerto en la toalla. Y Salí.
Abrí la puerta del armario y nuevamente era grande y espacioso. Había varios estantes con ropa adentro u con zapatos. En el medio de la habitación había una cómoda con un espejo encima de esta y una silla.
Busque la ropa mas cómoda, pero todo era tacones, vestidos, escotes… No era mi estilo. Me tuve que poner unas botas con el tacón altísimo, me tambaleaba. Un pantalón tubito, una franela negra y una chaqueta marrón. Me hice una cola de caballo y estaba preparada para salir. Cuando Salí del armario ya la comida estaba ahí. Almorcé, cene y desayune.
Salí de la habitación, no sabía dónde estaban mis padres. Empecé a caminar y pase por los mismos retratos, donde pase Aller.
Empecé a verlos y tocarlos, en el primero estaba una pelirroja regordeta con lentes. El otro era de pelo rizado oscuro y con ojos negros... Alguien me interrumpió. Me voltee y era Benjamín, mi corazón empezó a latir más rápido de los normal. Por una extraña razón me gustaba sentirme así.
-Te están esperando-Me agarro por el brazo e hiso que lo siguiera, no podía caminar por las botas. Era tan incomodo.
El prácticamente me cargo, bajamos las escaleras y ahí estaban mis padres, ya me tenía que ir.
-Cuídala, Benjamín-Me abrazo mi madre y luego, mi padre.
Me abrace a Benjamín y otra vez este estúpido corazón empezó a latir, casi se me sale del pacho. El me apretó aun más, eso hiso que me sonrojara. Baje la cabeza para que no viera mi rostro.
Otra vez sentí que dábamos vueltas y volábamos. Todo se volvió negro, luego, aparecimos en una casa.






Supongo que estarán satisfechos, ¿O no? Son las 4:00 am. Y quisiera explicarles porque no escribí más. Por una parte porque no tenía nada que escribir (Todo fue culpa de Ana Karina”Nina” que me obligo hacer un blog… Bueno, me reto), por otra parte es que me ponen muchas tareas y no puedo escribir nada. Igual Nina, como ella estudia conmigo. No podemos subir seguido y por otra es que no tenía internet. Mi madre se había ido de viaje, porque tenía que ir para el funeral de la mama de su esposo. Y yo me quede sola, y no había quien pagara el internet.
Y quiero que sepan una cosa, que esta historia es mía(O sea Maryelis) y las otras dos, como La fuerza del amor y Nuestra historia de amor es de mi prima(O sea Ana Karina). Esto es para que no se confundan.

Mis padres

Me aferre a su cuerpo, con mucha fuerza, como lo había dicho el. Estábamos dando vueltas, pero ninguno de los dos las provocaba. Sentía que volaba. Luego, todo se torno negro. Era como si hubieran apagado la luz. Dimos vuelta por varios segundos o minutos. Y luego paramos en seco.
-Llegamos, Señorita-Me dijo apartando sus manos de mi espalda. Me aparte de el. Y mire adelante. Había un castillo gigantesco, era espeluznante pero también ostentoso. No habían nubes, ni sol, ni luna. Estaba completamente negro. Habían dos grandes gárgolas a los lados de la puerta. Habían también gárgolas en la copa del castillo. Seguí caminando, no me importaba si Benjamín me seguía o no. Me pare frente a la enorme puerta. Se abrió sola, eso era raro. Hiso un pequeño rechinido. Por dentro era espacioso y enorme. Estaba pintando en el techo unos angelitos. Había una chimenea enorme. Con dos leones acostados. Los muebles eran de un color rojo sangre. Eran antiguos, pero muy bonitos. Las cortinas eran color sangre, Y las ventanas eran gigantescas, llegaban al techo. El piso era de madera...
-¿Te gusta?-Pregunto una voz de mujer que no pude identificar. Mire para ver de quien se trataba. Era una mujer alta, de tez banca como la nieve, tan blanca como yo. Tenia una melena rizada y muy bonita. Sus rizos caían hasta su la mitad de su espalda. Tenia los ojos azules. Estaba al lado de un señor, no muy mayor. Aparentaba solo unos 35 o 36 años. Era blanco como la señora que tenia del brazo. Su cabello es castaño. Sus ojos eran verdes azulados. Era alto como la señora. Yo conocía a estos señores... Claro eran mis padres. Corrí para abrazarlos, los extrañaba muchísimo. Los abrase muy fuerte. Si fueran humanos los hubiera estrangulado. Los bese, hasta que me separaron.
-Hija, debes mantenerte lejos. Somos peligrosos-Dijo mi padre
-No, ustedes no son peligrosos. Son mis padres. No saben cuanto los extrañe-Mis lagrimas corrieron por mis mejillas.
-Nosotros también te extrañamos. No sabes cuanto deseamos que llegara este día-Dijo mi madre sumiéndose en sus pensamientos.
-¿Porque tuvieron que esperar tanto?
-Toma asiento, hija mía-Me dijo mi padre, señalando para que tomara asiento. Yo le obedecí y el prosiguió: Te trajimos hasta acá, porque hoy cumplirías 18 años y tendrías que tomar el reinado de este castillo. Pero si tu mueres el reinado pasa a manos de tu primo, Nicholas. El ya te había encontrado, por eso mande a Christine y a Benjamín para que te cuidaran. Te mandaremos para que tus abuelos para que pongas a prueba tus habilidades-Se paro y mi mama hiso lo mismo, poniendo el brazo enganchado con el suyo-Pero ahora deberás descansar y comer algo. ¡ Benjamín!-Llamo mi padre.
A una velocidad extraordinaria llego Benjamín-¿ Dígame señor?
-Enséñale la habitación a Sue-Le ordeno mi padre a Benjamín
-Señorita, siga me, por favor-Me pidió amablemente, lo seguí. Subimos las escaleras, habían muchos escalones. Cada vez que pasábamos se prendía una vela. Era maravilloso. Pasamos por un pasillo donde habían puros retratos. No los llegue a ver muy bien. Benjamín se detuvo y yo choque con el. Caí al suelo, parecía que me hubiera dado con una roca.
-Señorita, ¿Esta bien? La ayudo-Me tendió la mano y cuando la tome, sentí unas descargas eléctricas que pasaban de su cuerpo al mio y, del mio al suyo. Lo solté bruscamente y luego, el me observo determinada mente. Me sonroje. Podía sentir ese calor en mis mejillas. Esa era la primera vez que me pasaba eso-, le enseño su habitación.
Entramos a mi habitación. Era muy espaciosa y hermosa. Había una cama enorme, que cabían como 4 personas mínimo...
-¿Me puedo retirar? ¿O necesita algo mas?-Pregunto Benjamín.
-Si, gracias.
Cuando cerro la puerta yo solo hise era acostarme en la cama y luego, dormirme...


























Espero que esta también les guste(:

La verdad

Otra vez la sensación de que alguien me vigilaba. Este era uno de los muchos días que tenia la sensación de que alguien me observaba y cuando se lo mencionaba a mis tíos ellos se ponían muy nerviosos, como si me ocultaran algo. Yo también le conté a mi amiga, Christine y, siempre me decía que estaba paranoica. Que tantas películas de terror me habían asustado. Pero yo estoy segura que no estoy paranoica y tampoco es miedo.
Me levante y mire para una esquina de mi habitación, donde se suponía que deberían estar aquellos ojos que me vigilaban tan atentos. Pero no había nadie.
Olvide ese asusto y fui al baño a cepillarme los dientes, cuando me los cepille. Me quite la pijama y me puse la ropa que estaba tendida sobre el mueble que estaba a un lado de la mesita de noche.
Cuando me cambie baje las escaleras, agarre mi bolso y lo puse sobre mi espalda. Fui a tomar una barrita de cereal y tome leche del envase. Abrí la puerta y me dispuse a caminar hasta al instituto. No era muy lejos ni tampoco muy cerca.
Podia sentir como alguien me seguia. Asi eran todos los dias. Llegaba asustada al instituto, pero cuando llegaba al instituto me dejaba de seguir y cuando salia otra vez el miedo me invadia. No podia salir para ningun lugar en acsoluto, porque me seguia esos ojos vigilantes.
Cuando llegue al instituto el miedo desvaneció, pero el odio volvió cuando me encontré frente a frente con Diana y sus fieles seguidoras, Denis y Denise.
-Vaya, vaya. Miren a quien tenemos aquí, la monstruo de Sue- Eso era verdad, era una monstruo, no era linda, ni esbelta, como ellas ni como Christine. Ni como nadie. Yo tenia la piel blanca como la nieve, mi cuerpo no es esbelto como las demás chicas. Mi cabello es largo y lacio, es de un color castaño. Mis ojos son azules pero no muy bonitos porque no tienen brillo-, miren lo pálida que es, ella nunca conquistara a un hombre. Y tampoco ningún hombre se fijara en ella, aunque puede ser. Pero para ganar una apuesta. Ese seria el peor castigo para un hombre, tener de novia un espectro como este-Cada palabra que decía me hacia enojar. Cuando estaba cansada de estar escuchándola. Haci que moví un bote de basura y hise que golpeara contra Diana... Pero noce como lo hise pero lo hise. Me mire las manos y las tenia estiradas y agarrotadas. Cuando hise que se moviera el bote de basura caí al suelo. Estaba cansada. Me di en la nuca y después de hay no recuerdo nada.
Desperté en mi habitación. Me dolía la cabeza, el cuerpo, las manos. Me levante de la cama y mire la hora, eran las 4:00 am. Hoy cumpliría mis 18 años. Ya seria mayor de edad. Me dio una sed repentina. Baje las escaleras una por una, escalón por escalón. Agarre un baso la mesa y me eche agua en el.
Vi una sombra pasar de la sala a las escaleras. Me asuste y se me cayo el baso de vidrio, se hiso añicos. Ya la sed no me importaba, lo que me importaba era ir a ver quien era esa sombra. Haci que subi los escalones, entre a mi habitación ya que la puerta estaba de par en par. Cuando entre vi un hombre sentado en mi mueble sito.
-¿Quien eres?- pregunte paranoica, no le podía ver la cara, estaba en lo mas oscuro de mi habitación-, ¿Tu eres el que me vigila todas las noches, verdad? ¿Que haces aquí? ¿Que quieres de mi?- le pregunte casi gritando. Ya que no me respondía. Pasaron unos segundos y finalmente respondió.
-Mi señorita-Se levanto de el mueble, y seguido se agacho, poniendo un brazo en su espalda y la otra en su cintura. Eso me puso mas confusa-, les responderé cada una de sus preguntas, comenzare por quien soy. Yo soy Benjamín Bronw Blue. Y si, yo soy el que la vigilava todas las noches. ¿Que ago aqui? Bueno, esa es muy facil. Sus padres me mandaron a vigilarla, para que no le pase nada. Para que este segura y finalmente, ¿Que quiero de usted? Nada, simplemente nada- respondio tan convinsente que casi me lo creo.
En verdad el aspecto externo de Benjamín, si es que haci se llamaba en verdad, era hermoso, Era alto y musculoso, la verdad es que se veía de unos 19 o 20 años. Tenia el pelo liso y ligeramente despeinado, era castaño, sus ojos eran hermosos, eran verdes azulados.
-Bueno, Benjamín. Mis padre murieron cuando yo era muy chica, así que creo que te estas confundiendo-Le aclare
-No, Mi señorita. No la estoy confundiendo, pregúntele también a Christine-Puse los ojos como platos.
-¿Que tiene que ver Chris en todo esto?-Estaba confundida
-Christine era su guardian en el instituto. Ella la vigilaba. Cristine es uno de nosotros.
-¿De ustedes?-Me confundi mas-, ¿Que son ustedes?
-Somos vampiros vegetarianos.
-¿Vampiros?-Pregunte incredula. Si, el cree que me voy a creer lo de los vampiros. ¡Ja! Como si fuera tonta. Pense. El me miro divertido.
-Señorita, usted no es ninguna tonta
-¿Y quien dijo que era tonta?
-Usted lo penso, y debe de saber que leo mentes-Puse los ojos en blanco, ¿Otra cosa que me deberia de enterar?
-No, pero debe acompañarme.
-¿A donde?
-A ver a sus padres-Mis ojos brillaron, por fin iva a conocer a mis padres.
-Y ellos a usted.
-Pero necesito saber otra cosa mas, ¿Porque tenia que esperar a esta edad para por fin conocerlos?
-Eso se lo responderán sus padres. Ahora abrazeme fuerte. Porque va a ser un viaje agitador-Me abrase a el y podía oler su maravilloso aroma. Pero a la vez podía sentir lo frió que era.








Espero que les guste, lo hise con mucho cariño, jeje... me costo pasarlo, pero con la ayuda de mi prima lo pase... y nada que lo disfruten... sin nada que decir xD

Mi historia(:

¡Hola! Yo soy Maryelis. Pero me pueden decir Marye(:
Destination







Bueno, al grano. Les voy a contar un poco de mi historia...






Esta es la historia de una chica llamada Sue de 17 años, que perdió a sus padres cuando ella era muy pequeña. Nunca los conoció, nunca los abrazo, nunca los beso. Ella solo cuanta con el apoyo de su mejor amiga, Christine y de sus tíos, Miley y Eddie. Ellos la criaron, velaron por su salud, la acompañaron en sus momentos difíciles, lo que nunca sus padres hicieron y podrán hacer. Ella vive en Vancuver, Canadá. Siempre a vivido una vida de sufrimiento por no tener a sus padres. Ellas es de esas personas que no se rinden y buscan lo que quieren. Es una chica sencilla, humilde y tierna. Pero mas adelante se va a encontrar con sorpresas que nunca espero. Sorpresas que le cambiaran la vida...